TERCERA FIESTA DEL MAÍZ EN TEOTITLÁN DEL VALLE
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La civilización del Anáhuac es una sola, por más diversas culturas que posea. En efecto, los zapotecos, mayas, mixtecos, purépechas, chatinos, forman parte de una misma civilización. Como los dedos de una mano, son diferentes uno de otro, pero, todos están integrados a una mano.
Los colonizadores, desde 1521, siempre han visto a los pueblos originarios, como un “archipiélago de culturas diferentes”, y no como son, “un solo continente cultural”. Una de las más antiguas civilizaciones de la humanidad. Mucho más antigua que la europea.
Así, Oaxaca es la reserva espiritual de México, en tanto es depositaria de la riqueza cultural y espiritual de 17 de las 62 culturas originarias del Anáhuac, que han sobrevivido al genocidio y han sabido mantener una cultura de resistencia frente a la colonización.
Dentro de las culturas oaxaqueñas, los zapotecos se han caracterizado por esta férrea defensa. Y dentro de las tres variantes zapotecas (Valles Centrales, Sierra Norte e Istmo de Tehuantepec), la comunidad de Teotitlán del Valle es un bastión de fuerza y resistencia cultural anahuaca.
En efecto, no solo por vivir en un lugar muy especial, a los pies de una montaña emblemática en la cosmovisión zapoteca y poseer una sensibilidad y creatividad que a traspasado las fronteras de Oaxaca y el país, gracias a sus trabajos artísticos en los textiles de lana y a la tenaz defensa de sus tradiciones y costumbres ancestrales.
Sino, por poseer una milenaria tradición de fortaleza espiritual que se expresa en el mantenimiento de sus tradiciones, fiestas, usos y costumbres, que hacen de los zapotecos de esta comunidad, un referente de dignidad y orgullo de su noble linaje.
Fieles a esta tradición el pasado 13 de diciembre, organizaron su Tercera Fiesta del Maíz, con el apoyo de la comunidad, sus autoridades y algunas instituciones y organizaciones como: Gobierno del Estado, SINERGIA A.C., Biblioteca Pablo Picasso, Bali y La Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas, Delegación Oax.
En el atrio del templo se realizaron diferentes actividades los días 13 y 14 de diciembre, como el día 13: el desfile del maíz por las principales calles de la población, Expo-venta de alimentos a base del maíz, reconocimiento a los participantes de la convocatoria mitos y leyendas de la comunidad, la presentación de bailes folklóricos, exhibición de las leyendas.
Para el día 14 de diciembre se llevó a cabo: Una misa, la bendición del maíz, la inauguración por parte de las autoridades municipales, de nuevo la expo-venta de alimentos de maíz, conferencias sobre el maíz por distinguidos especialistas, proyección de un documental sobre el maíz, presentación de una obra de teatro por el grupo “Ladú” y la participación del grupo folklórico de la comunidad “Xi guiee”.
El tema fue los siete mil años de cultura e historia del maíz nativo de los Valles de Oaxaca. Una necesaria revaloración de esta importante aportación de la civilización del Anáhuac al mundo. En efecto, al igual que el chocolate, la vainilla, el aguacate, el jitomate, el chicle, entre muchas otras aportaciones culturales y alimenticias al mundo, que los pueblos y culturas originarias han creado y que está poco valorado y menos reconocido.
Los pueblos de lo que hoy es el país llamado México, son los hijos de los hijos, de una de las civilizaciones más antiguas y con origen autónomo. El Anáhuac a dado mucho al mundo y poco se le reconoce y valora. El colonizador nos ha enseñado a desconocernos y a despreciarnos. Pero la grandeza de estas culturas sigue viva, presente y vigente, y como dirían los manifestantes, “se ve y se siente…el Anáhuac está presente”… en Teotitlán del Valle, Oaxaca.