TEMPLO Y EXCONVENTO DE LA COMPAÑÍA DE JESÚS
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Este soberbio conjunto arquitectónico del siglo XVI, abarca una manzana completa, al costado poniente del Palacio de Gobierno, se encuentra el templo y exconvento de la Compañía de Jesús. La historia de los jesuitas y sus edificios en Oaxaca fueron muy azarosa.
Los jesuitas llegaron a México en 1572 y el edifico lo empezaron a construir en 1579, pero durante el siglo XVII sufrió varios temblores, lo que requirió de sucesivas reconstrucciones, hasta que en 1665 se terminó de restaurar, pero el temblor de 1711 lo dejó nuevamente en ruinas. Dieciséis años más tarde el edificio se restauró. Pero en 1790 el edificio fue cedido a las monjas concepcionistas, hasta que un nuevo temblor en 1801 nuevamente lo destruyó.
En 1867, con las leyes de exclaustración el edificio pasó al gobierno. Sin embargo, los jesuitas recuperaron parte del edificio y el templo, que hasta la fecha esta en operación.
Los jesuitas fundaron un colegio en Oaxaca, pero tanto el edificio como la orden tuvieron muchos problemas. El templo y el exconvento ocupan una manzana completa. En el interior del templo existe se ofrece a los devotos, "el agua bendita de San Ignacio", que tiene fama de ser muy milagrosa.
El retablo principal tiene a la Inmaculada Concepción, a mano izquierda encontramos a la Virgen de Guadalupe y el Sagrado Corazón de Jesús. El templo cuenta con una preciosa capilla dedicada al Santo Cristo, donde esta el Santísimo y a su derecha se encuentra San Ignacio de Loyola, quien fundó la Compañía de Jesús en 1540. A la izquierda se encuentra San Francisco Javier.
Tres capillas laterales están dedicadas al Señor del Rayo, la Virgen de Guadalupe y a San José y el Niño.
La facha es de estilo barroco en dos cuerpos, en donde sobresale la escultura de San Ignacio de Loyola y a sus lados, entre dos columnas están los monogramas formados con las letras de José y María, por encima de los nichos vacíos. En el segundo cuerpo de la fachada, se aprecian tres ventanas del coro. Las torres las perdió en los temblores de 1931.
En la fachada Norte, arriba de la puerta vemos el monograma de María Reina y una Tiara. El atrio a desnivel es pequeño y tiene una verja de hierro forjado que la circunda. En la fachada a mano izquierda, existe una puerta y puede usted pasar a un patio interior, donde se encuentran las oficinas del templo y ahí podrá observar unas antiquísimas piedras talladas, que servían de caños en los primeros tiempos de la ciudad, a demás que encontrará un bello arco tallado en cantera, que permita el acceso a la parte superior del edificio.
El exconvento contó con cuatro patios. Actualmente sólo esta descubierto uno, otro se usa como cine y dos más pequeños los absorbieron los comercios. Una de las tareas pendientes que tiene el pueblo y el gobierno de Oaxaca, es rescatar este inmueble y recuperar su dignidad, pues actualmente esta siendo utilizado como pequeños comercios y este espléndido edificio es patrimonio de todos los oaxaqueños.