LA DANZA DE LA PLUMA DE CUILAPAN
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La Danza de la Pluma es uno de los más importantes instrumentos de fortalecimiento de la memoria histórica que creó la cultura de resistencia de los Viejos Abuelos en el periodo de la Colonia.
Los conquistadores-colonizadores no permitieron que siguiera la religión, la educación, el arte y la cultura de nuestros antepasados.
Todo lo que representaba la cultura milenaria era tomado como “cosa demoníaca y satánica”, de modo que muchos maestros, sacerdotes y artistas murieron por tratar de mantener el recuerdo de su identidad.
Pocas danzas sobrevivieron a la invasión europea en Oaxaca tenemos a
La Danza de la Pluma
En los 300 años de Colonia que sufrió el Anáhuac, de 1521 a 1821, los invasores-conquistadores impidieron que los hijos del Anáhuac continuaran con sus milenarias manifestaciones artísticas y culturales. Todo se prohibió rotundamente y se impuso a sangre y fuego la nueva religión. Los misioneros solo les permitieron a los Viejos Abuelos, representar en los atrios las llamadas, “Danzas de Reconquista”. Forma de evangelizar a través de las llamadas danzas de “Moros y Cristianos”, donde los primeros representan el mal y los segundos el bien. Sin embargo, los Viejos Abuelos Mixtecos crearon una danza en pleno siglo XVI, es decir, inmediatamente después de la conquista y esa es la llamada DANZA DE LA PLUMA.
La Danza de la Pluma es un gran esfuerzo para crear un instrumento para que las siguientes generaciones no olvidaran, que un día unos forasteros a base de mentiras y buscando enfrentar a los hermanos, provocaron una guerra fraticida entre cientos de miles de indígenas aliados a los forasteros, contra otros tantos cientos de miles de guerreros mexicas. La Danza de la Pluma recrea este doloroso drama para que “los hijos de los hijos”, no olviden que los extranjeros nos invadieron y nos vencieron a partir de dividirnos y enfrentarnos. Hermano contra hermano, pariente contra pariente, pueblo contra pueblo.
Por eso, la mayor importancia que tiene esta danza, no es solo su belleza majestuosa y su destreza sin igual. Su importancia está en el mensaje que ha sabido viajar en el tiempo, pese a que estaba prohibido, pese a que no estaba permitido que los “vencidos” recordaran, y menos, los hijos de sus hijos. Mientras el vencido se mantenga en una situación de amnesia, quedará indefenso y será un esclavo de manera permanente. Solo la recuperación de “la memoria histórica”, es decir, del recuerdo claro de quiénes en verdad fueron nuestros antepasados, cuáles eran sus logros y metas, tanto materiales como espirituales, nos permitirá recuperar todo lo que es nuestro. No solo en el mundo material, sino fundamentalmente en el mundo espiritual.
En la Danza de la Pluma están representados los personajes más importantes de este doloroso drama de la Historia del Anáhuac. Moctezuma y sus guerreros, Cortés y sus filibusteros a los que se les nombra “soldados de Cortés”, la Malinche, doña Marina y unos personajes conocidos como los “negros”, que usan unas máscaras. Muchas cosas han cambiado en tantos siglos. Tanto la música y la danza, que tiene ahora fuertes matices occidentales; así como el vestuario, ya que por ejemplo, los “soldados” se Cortés, usan uniformes de policías porfirianos. Pero, la esencia, se mantiene y el mensaje hoy más que nunca es vigente. Hoy que la colonización cinco centenaria nos a dejado en una vergonzosa pobreza espiritual y una desmenuzada miseria material.
Se dice que La Danza de la Pluma originalmente era parte de una obra de teatro del siglo XVI llamada “La Conquista”, y aunque se toma como obra anónima, se supone que la escribió fray Melchor de San Reimundo o los primeros poetas y dramaturgos oaxaqueños, fray Vicente de Villanueva y fray Martín Jiménez. Sin embargo, como siempre, se le niega toda capacidad creadora y re-creadora a los pueblos indígenas. Sea como fuera, quienes la mantienen son los pueblos mixteco y zapoteco. Pese a todo, la siguen danzando sus niños y jóvenes, sigue presente este esfuerzo de mantener la memoria histórica a través del sincretismo y la resistencia cultural. Oaxaca necesita descolonizar la Cultura Popular.