JOSÉ LUIS REYES HERNÁNDEZ


Escrito por Guillermo el .

Naciò en la ciudad de Oaxaca en 1963. Fue becario en el área de poesía del Instituto Nacional de Bellas Artes en el ciclo 1984. En 1983  y 1987 obtuvo el premio estatal de poesía de la Casa de la Cultura Oaxaqueña. Es autor de los poemarios:  Y antes del principio, todo tiene lugar en el principio, Viento de jade, Para quien sueña todavía la mañana, Una estela de luz en las paredes y algunos relatos agrupados bajo el título de Semillas para otra tierra.  Obtuvo mención honorífica del premio de poesía joven Elías Nandino en 1990. Su trabajo ha sido antologado en revistas literarias de México y España y en el Anuario de poesía del INBA de 1991.

 

                   

   INSCRIPCIÓN DEL CAMAFEO*

 Hallarte al despertar,

saber que aún tu corazón

es la última estrella

que alumbrará mi noche.

 

 

MUCHACHA CON GUITARRA

 

Esta ciudad va de tu mano

como una niña ávida

de escuchar el cantar de tu mirada.

 

No el viento, ni el trinar de los árboles;

una sonrisa tuya

cautiva las palomas en la calle.

 

No existe música sin tu guitarra,

puestos los dedos en las cuerdas

pueden callar los ángeles su vuelo.

 

 

 JUECES 16:21

 

Dejé mis padres,

mis hermanos de patria.

Lo hice por amor, Dalila,

y fuiste el aire más sucio de la era.

Sed tengo al contemplarte

ya sin ojos que me engañen

poniendo oasis donde el desierto

es más intenso todavía.

 

CASA DE IMÁGENES

 

Cansado de repetir las imágenes,

de tocar los cuadros de los retratos, de

llenar de polvo los muebles y escuchar

pacientemente los discursos sobre el arte

y la retórica, busco mi Rahab, no donde

fluya leche y miel, sino donde las cosas

puedan llamarse mansamente de tu nombre.

Me aparto de los caminos y entre los árboles

encuentro mi reposo, aún el hambre llaga

nervios, cuencas ausentes, huesos.

 

CASI EL PURGATORIO

 

Oh, dame, Señora, paz en esta noche

que en los ojos dolientes de las viudas

puedan cantar los ángeles la luz

y en esta tarde mía tan ausente,

Señora amada del primer amante,

deja correr mi voz por este cauce

de tus brazos abiertos, mi Beatriz.

En tierra de lamentos soy un ciego

cantando de un amor que no es el suyo,

borracho de inagotable lengua y extranjero

con una sed que puebla el corazón

de un miedo más amor por tu recuerdo.

 

 

MIRO UN CRISTO EN EL ESPEJO

 

1

Un rumor de sedas habita

cada rincón del espejo en que  asombrabas

mi rostro, abuela, desde niño.

Los domingos y los días de fiesta

te cubrías tus canas en la iglesia

para llorar delante de aquel cristo.

Recuerdo aquel fonógrafo ya triste

y el viejo verso que en él gime

con el mismo dolor con que te escribo.

Un piano desafinado y terco,

abuela, es el carácter de tu nieto

que aunque no quieras es ya un hilo

bordado en tu rebozo negro.

 

 

2

 

El retrato sin canas de la abuela

deja un suspiro en la pared

de esta sala de ausentes hijos

y parientes muertos. Aquí descanso

mi alma mientras los otros hablan

de un paisaje distinto, ajeno

en ruidos, en sombras y aromas.

Y su paisaje es polvo hoy que piso

al caminar en la sala de la abuela,

su rostro es uno enla pared

que nombra los recuerdos de mis tías;

su voz y el viejo piano en el silencio

se unen y un día mi verso y mis ojos

serán polvo en el rincón oscuro

de una sala sin ruidos y sin nombre.

 

CERRO PELÓN

 

Árboles,

fantasmas en la niebla.

 

 

MIRADOR

 

Sobre niebla

flotan las montañas

y la luna.

 

ÁRBOL CAÍDO

 

Casa de hormigas

provisión para el horno

hacedor de la lluvia.

 

ECLIPSE DE LUNA II

 

Alguien

ha puesto tinta china

al tallo de la luna.

 

DONDE SÓLO TU NOMBRE SERÁ ETERNO

 

Cruzan los pájaros el valle

del río queda el cauce,

donde árboles, la hierba.

 

*Los poemas están tomados del libro “Nostalgia del primer violín”, editado  en 1998 por la  UABJO, en su colección Peras del olmo

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