HOTEL CASA CID DE LEÓN
Tweet
Pocas veces hemos podido apreciar en Oaxaca, un proyecto de servicio turístico que tenga tan alta calidad, tanto en el aspecto material como en el humano. La familia Cid de León Ricárdez ha emprendido un desafío digno de las grandes obras oaxaqueñas. En Oaxaca la grandeza no viene por el tamaño o la riqueza, sino por su grandeza espiritual. Una familia oaxaqueña pone en un proyecto de servicios turísticos, la ancestral hospitalidad, la calidad y calidez del Espíritu Oaxaqueño.

En efecto, platicar con doña Leticia Ricárdez, es sentir la emoción, el amor y la pasión por la esencia de lo oaxaqueño. Algo que distingue al oaxaqueño es su generosa hospitalidad. Pero la familia Cid de León Ricárdez va mucho más allá y llega a conjuntar armoniosamente varios factores, como son el buen gusto, el aprecio a la belleza, el placer de servir y compartir, además de la excelencia en la atención personalizada. Pocos lugares pueden ofrecer a un huésped el nivel de atención personal, que Casa Cid de León ha logrado integrar, para disfrutar integralmente el hechizo de Oaxaca.
La señora Leticia Ricárdez es una persona muy sensible, que además de ser poetisa y pintora, logra crear una atmósfera tan espacial que inunda cada espacio de esta hermosa casa, la cual abre, para aquellas personas sensibles que pretendan tener una experiencia más allá del turista común que solo “consume lo superficial”, del gran universo de la cultura oaxaqueña. Disfrutar Oaxaca habitando La Casa Cid de León es una experiencia verdaderamente extraordinaria.
Venir a su casa, es como llegar a la nuestra. Esa casa que todos tenemos en lo más profundo de nuestra sensibilidad y en el centro de nuestra “Cultura Madre”, porque de todos es sabido que, “Oaxaca es la reserva espiritual de México”. Por esta razón Aquioaxaca presenta la visita que hizo a esta casa y la plática que sostuvimos con su creadora.
“Casa Cid de León abre sus puertas en el corazón de la Ciudad de Oaxaca en el mes de julio del año de 1999 y estamos inscritos en el concepto de “Hoteles Butique de México, la excelencia en la hotelería mexicana”.

Este proyecto nace a partir de vivir esta casa. Mi esposo Agustín y yo la compramos a principios de la década de los años noventa y pusimos una agencia de viajes en la primera planta y nosotros vivimos en la segunda planta. Al tiempo, “sentimos la casa” y nos dimos cuenta que tenía una vocación para ser habitada y disfrutada por más gente. La casa en sí, es muy hospitalaria y quien llega a ella, siempre la guarda en su corazón.

La Casa lleva el apellido de mi esposo Cid de León. Y como él y yo trabajamos conjuntamente para atender a nuestros huéspedes, la atención es verdaderamente personal, aunque tenemos un equipo especializado de diez personas para atender cuatro habitaciones. Algunos de los trabajadores tienen más de treinta años de trabajar con la familia. La casa les ofrece desayunos a los huéspedes y transportación del aeropuerto a la casa y de regreso al aeropuerto. Mi esposo se encarga personalmente de transportar a nuestros invitados y hacerles el desayuno.

El concepto de la casa, es que ella se adapta a las necesidades de nuestros huéspedes, no los huéspedes se ajustan a la casa. Nosotros nos adaptamos a las necesidades de las personas y variamos los espacios y la decoración. Sí una recámara será ocupado con niños, ponemos cuadros con motivos infantiles. Sí va a ser habitada por una persona adulta cambiamos los cuadros para que él se sienta a gusto, como en su casa, o si necesita un espacio como oficina o estudio lo adaptamos. El deseo es que haga suyo el espacio.
Nuestro objetivo es que las personas que llegan a hospedarse sientan que han llegado a su propia casa. Para nosotros esto es muy importante, tanto es así, que no aparezco durante el primer día de estancia, para que el huésped no sienta que llegaron “a mi casa”. La casa esta llena de pequeños detalles, que no fueron adquiridos para “el hotel”, sino que representan toda una vida de coleccionar objetos bellos con muchísimo amor por mí y por mi familia a lo largo de tres generaciones. Cada uno de los espacios de esta casa contiene una parte de mí y de la historia de mi familia.

Esta casa es una construcción muy antigua, pero seguramente data de finales de 1700 aunque ha tenida varias intervenciones, pero en general, las casas del Centro Histórico de Oaxaca son del siglo XVI y casi todas a través del tiempo han sufrido modificaciones.

Nosotros nos especializamos en un servicio personal de alto contenido humano. Esta es la razón por la cual solo tenemos cuatro suites. Cada una de ellas tiene su propia personalidad y que se adapta a las circunstancias propias de las personas que vienen a vivir en ellas.
La primera es Aranjuez, que lleva el nombre de la hacienda de mi papá, Don Raúl Ricárdez García. Esta hacienda perteneció al mayorazgo de Guendulain en el Municipio de Tlalixtac de Cabrera, muy cera del pueblo de Santo Domingo Tomaltepec. Mi papá era un anfitrión excelente. Él me enseñó el amor por las cosas antiguas y era un anfitrión increíble, por eso es que esta casa tiene siempre las puertas abiertas. La suite Aranjuez es la más hogareña y la más cálida de la casa. En ella están todas los objetos religiosos que mi familia ha adquirido a lo largo de muchos años.

La suite Dominica es majestuosa. Tiene una gran habitación, una oficina y un baño con un jardín cerrado que le da un toque de intimidad. Esta habitación es la más señorial para mi gusto. Pero al mismo tiempo habitarla es como estar en un nido, porque es la menos iluminada de la casa y se a logrado un habiente muy acogedor. Su decorado fue realizado por jóvenes que trabajaron en la restauración del Templo de Santo Domingo de Guzmán. En la casa hicieron una excelente labor de aplicación y envejecimiento.
La suite Bella Época, la hice mía porque la disfrute en una época increíble de mi vida. Ahora se ha convertido en un lugar espléndido para parejas que vienen de Luna de Miel o parejas que vienen a celebrar un aniversario muy romántico. Hemos tenido la fortuna de recibir a personas que vienen a celebrar su cincuenta aniversario de bodas. La habitación, como todas, tiene un sin fin de detalles que han sido los tesoros de familia por tres generaciones y nos agrada mucho compartirlos. La gente los cuida y valora y eso nos llena de gozo.

La suite Mío Cid lleva ese nombre por mis hijos, quienes son: Agustín, Ricardo, Oscar y Rodrigo. Es la más grande suite de las cuatro, cuenta con tres recámaras en dos plantas y dos baños. Pude utilizarse desde dos personas al transformar la habitación de abajo en una pequeña sala. Es un espacio muy amplio que se puede usar de manera familiar y con mucha intimidad.



Nosotros tratamos de que nuestros huéspedes, así como disfrutan nuestra casa, también disfruten Oaxaca. Por ello les ofrecemos una serie de servicios anexos con los mejores especialistas, sean de agencia de viajes, tours, masajes, temascal, compra de arte popular de calidad con el apoyo para el embalaje y envío de sus compras.
Casi todos nuestros huéspedes son personas distinguidas, no por “quiénes son”, sino por “cómo son”. Yo creo que se conjugan varios factores para crear la magia que envuelve a esta casa. Creo que lo primero es la pasión y el gusto con el que recibimos a nuestros huéspedes. La misión del equipo es que su estancia sea un hecho inolvidable en su vida. Una experiencia que afecte su sensibilidad a partir de todas las cosas que están en la casa. El arte y el amor es el lenguaje del Espíritu y por fortuna, en la casa hemos logrado exaltar estos valiosos elementos. Por otra parte, esta la misma ciudad y su intensa vida cultural a través de todas las manifestaciones del Patrimonio Cultural que la han llevado a ser declarada Patrimonio Cultural de la Humanidad.
La gente se va con la sensación de lo que vivió en esta casa, es parte de lo que vivió en Oaxaca. La casa esta diseñada y estructurada en armonía con Oaxaca. Más allá de su decoración y sus múltiples detalles, que avasallan totalmente a los sentidos, sino el aspecto humano es para nosotros lo más valioso”.
El Hotel Casa Cid de León, más que un negocio…es un proyecto de vida y una pequeña joya del tesoro cultural oaxaqueño.
Hotel Casa Cid de León
Calle de Morelos 602 Centro Histórico, Oaxaca CP 68000
Forma de contacto:
Desde la República Mexicana:
01 (951) 514 1893 y 516 0414
Fax 01 (951) 514 7013
Desde cualquier otro país:
52 (951) 514 1893 y 516 0414
Fax 52 (951) 514 7013
Por Internet:
Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo.