GRUPO MENA
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En los siete mil quinientos años de desarrollo humano en lo que hoy conforma nuestro país, es decir, desde que se inventó la agricultura en el sexto mileno a.C., hasta la llegada de los españoles, la mujer y el hombre siempre han formado una unidad a partir de dos opuestos complementarios.
En efecto, nuestra civilización tiene a la mujer y al hombre en situación de igualdad. La figura religiosa más importante después de la divinidad suprema se llamaba Ometeotl o dualidad divina, de donde se desprendía, Ometecihuatl y Ometecutli, de la dualidad la parte femenina y la parte masculina. Lo mismo era en la organización social. Del Tlatócan o consejo supremo, se desprendían dos autoridades que gobernaban el imperio como un hombre y una mujer gobiernan su hogar. El primero se llamaba Cihuacótal que significa “mujer serpiente” y era el encargado de la administración, y el otro era el Tlatuani, que se dedicaba a organizar.
El pilar de la cultura de México, indiscutiblemente es la mujer. Las abuelas y la madre son el cimiento y la columna donde se sostiene la familia. No solo en el plano afectivo y moral, sino también en el terreno material. La mujer mexicana era y ha sido muy trabajadora y emprendedora. Bástenos visitar un mercado o un tianguis y encontrará que la mayor parte de la gente que vende y compra, son mujeres. Solo los ojos eurocentricos que no conocen a fondo nuestra ancestral cultura, se atreven a afirmar que la mujer indígena es una víctima del hombre.
Aquíoaxaca en esta ocasión visitó una cooperativa de mujeres en Ayoquezco de Aldama, distrito de Zimatlán, quienes por tradición iban a vender al los mercados de Oaxaca, especialmente al de Abastos, los nopales que son una tradición en esta parte del estado y una comida venida desde los más remotos tiempos de nuestra cultura ancestral.
“Mi nombre es Carmen Cruz Chávez y soy la presidente del grupo MENA. Nosotras somos un grupo de mujeres que empezamos a ver como podíamos darle mayor valor al nopal, pues lo llevábamos al Mercado de Abastos y a veces no se terminaba porque hay mucha competencia. Entonces un grupo de ellas platicaron cómo darle un valor agregado y así se organizó un grupo que empezó a invitar a más compañeras a que nos integráramos al grupo. Así fue como empezamos a envasar el nopal. Esto fue en el año de 1999, cuando comenzamos a reunirnos para platicar nuestras ideas e inquietudes que teníamos.
Actualmente estamos constituidas 70 mujeres y cuatro hombres. Los pasos que hemos dado son la solicitud de apoyo a dependencias, quienes si nos han apoyado, como la Fundación para la Productividad en el Campo, También nos asesoran y ayudan nuestros paisanos que están de migrantes en el Norte y el Gobierno Federal, que nos apoyó con un recurso para que la futura planta se construya. En estos momentos nos encontramos en ese proceso.
La idea es tener una planta empacadora de nopal, para ya no venderlo “en verde”. Es mejor venderlo procesado y nuestro objetivo es exportarlo a Los Estados Unidos. Actualmente lo envasamos en envases de cristal en dos presentaciones, en salmuera y en escabeche. Ahorita lo estamos haciendo manualmente. Estamos en la etapa de promoción del producto, mientras se acaba de construir la envasadora. Lo hacemos y vamos a promocionarlo con futuros clientes y vamos a eventos y ferias. Vendemos un poquito, pero es para promocionarlo, para que la gente lo conozca y lo pruebe. Hemos visto que los clientes les agrada el producto.
La planta que esta por terminarse procesará nueve toneladas de nopal a la semana. El nopal nosotras los plantamos en nuestras parcelas de nopal. Todas somos productoras de nopal orgánico, porque no le ponemos nada de fertilizante, ni químicos. Esperamos que la planta esté terminada en seis meses. El siguiente paso es ver cómo vamos a exportar el nopal a Estados Unidos, porque allá esta otra empresa que se llama “El Chapulín” que esta formada por migrantes de Ayoquezco, que ellos lo van a distribuir allá.
Este proyecto nació entre mujeres, pues es la tradición en el pueblo que las mujeres van a vender el producto a la ciudad de Oaxaca. Como nosotras sufrimos con los problemas de la competencia, de que el producto se echa a peder y porque deseamos sumarle un valor agregado al nopal, para dar trabajo en el pueblo y vender un producto que no esta en el mercado. Queremos cambiar, queremos mejorar para avanzar y no estar en lo mismo.
Yo me llamo Acela Barrios Pérez, soy secretaria del comité. Nosotras también trabajamos el mole y el chocolate, pues es la tradición de nuestra comunidad. Somos mujeres muy trabajadoras que le estamos poniendo mucho empreño a nuestros productos para que lo procesemos y tenemos la esperanza que todo sea para bien. Porque nosotras ayudamos económicamente en nuestros hogares. Esperamos que nuestros paisanos conozcan nuestro producto y nos apoyen.
Con el chocolate estamos haciendo muestras y los estamos dando a conocer. En el pueblo tenemos la tradición de hacer nuestro propio chocolate y el mole para las fiestas y los compromisos, más nunca se había hecho para comercializarlo. Nosotros pretendemos vender nuestros productos en el mercado regional, nacional y en Estados Unidos.
Para nostras es importante la organización, por que así trabajamos unidas y sacamos toda la producción. El pueblo de por sí se sabe organizar desde siempre. Ahora nosotros lo estamos haciendo porque luego hay mucho nopal y luego se pierde. Esto es lo que nos ha motivado a llamar a personas, a unirnos y a platicar cómo lo íbamos a hacer para que el producto se vendiera en el mercado y no se echara a peder.
Nosotras estamos unidas y le estamos echando las ganas para que todo salga bien. Para que tengamos fuentes de trabajo aquí y los jóvenes no se tengan que ir al Norte. Para mejorar por nostras mismas.”