Puerto Angelito
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De los tres mil kilómetros de costa que posee el país, la Costa Oaxaqueña es una de las más hermosas. Especialmente porque fue "afectada" muy tarde por el huracán turístico que significó la falta de planeación, infraestructura y sobre todo, medidas en contra de la contaminación. Para el caso de Puerto Escondido, Puerto Ángel y el complejo de las Bahías de Huatulco, su destino cambió porque, han tenido menos agresiones al medio ambiente y existe un proyecto de desarrollo que se ha venido cuidando, especialmente para las Bahías de Huatulco.
Puerto Angelito es una hermosa playa que se encuentra a un lado de Puerto Escondido y que tiene un fácil y cómodo acceso. Alguien la vio como "la alberca más grande del mundo" y no le falta razón. Con una playa de arena amarilla y fina, con aguas tibias y olas muy mansas, fácilmente se puede visualizar como una gran alberca que la naturaleza construyó para deleite de los visitantes.
En esta playa usted podrá gozar del mar, la arena y el paisaje. Se conforma por dos caletas amplias y protegidas por escolleras naturales. Cuenta con estacionamiento y una serie de restaurantes y palapas que le ofrecen comida y bebida a precios razonables.
Nosotros le recomendamos el "Restaurante Bar Magdalena" que atiende doña María Magdalena Aguirre Santos y su hijo Juan. Nativa de Puerto Escondido, ha trabajado en esta playa desde los 15 años. Aquí podrá encontrar cócteles, campechanas, caldo de camarón, sopa de mariscos, pescados, camarones a la diabla. Pero también puede saborear los tradicionales antojitos oaxaqueños.
Juan es el "corredor" y seguramente lo recibirá en el estacionamiento invitándole a que pase al restaurante de su mamá, que está en la playa. Puerto Angelito es una de las joyas más preciadas que tiene la Costa Oaxaqueña. Esta playa es muy visitada por el turismo nacional y se sentirá como en casa. Aquí podrá hacer un viaje por lancha o alquilar en la playa aletas y visor, para darse un buen chapuzón.
Cuando visite la Costa Oaxaqueña no deje de disfrutar de Puerto Angelito, una playa que nos recuerda el "Acapulco de antes", ese que era natural y todavía "nuestro". Por fortuna la modernidad, las cadenas trasnacionales y la contaminación, no han llegado a estas nobles playas, todavía explotadas por la gente propia de la región.