Museo Comunitario de Teotitlán del Valle
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El Valle Sagrado de Tlacolula posee una riqueza cultural extraordinaria. Existen muchas comunidades ancestrales, que poseen una riqueza espiritual en sus formas de interpretar el mundo y la vida. Pero dentro de todas ellas, Teotitlán, ocupa un lugar muy especial. Comunidad con una añeja tradición que se remonta a los lejanos tiempos de los Viejos Abuelos zapotecos.
En efecto, a los pies de uno de los cerros sagrados de este valle, que la tradición dice que en él, Quetzalcóatl trasmitía su enseñanza a todos los pueblos del valle. Cada año, el tres de mayo, todo el pueblo sube a compartir con su cerro tutelar, su guardián, la fiesta de la vida.
Teotitlán, como todos los pueblos indígenas se rigen por el Sistema de Cargos, forma de organización que se desarrolló en el Anáhuac, probablemente mil quinientos años antes de la era Cristiana. Esta antiquísima sabiduría de organización comunitaria, es la estructura que les ha permitido a las comunidades indígenas y campesinas, sobrevivir al abandono y a la exclusión que se les ha sometido desde 1521.
La organización comunitaria permite a través de “los comités” organizar a los ciudadanos, para que “sirvan” a su pueblo. Desde niños en la comunidad se enseña, que el valor supremo y la más alta distinción, es servir con eficiencia a la comunidad, y que es más importante el bien comunitario, que el derecho individual. En Teotitlán del Valle se organizó un comité para crear el Museo Comunitario y la gente trabaja en él, sin recibir ningún pago. Es aquí donde radica la sabiduría y la riqueza espiritual, el legado de nuestra antigua civilización, que sigue viva y vigente.
Los museos comunitarios es una inmensa tarea que a lo largo de muchos años, nuestros admirados amigos, Tere y Cuauhtémoc Camarena, desde el INAH han venido haciendo. Esta excelente labor, ya trascendió a Oaxaca y por fortuna, la experiencia ha inspirado en el país y en el extranjero.
El fortalecimiento de la memoria histórica, la revalorización de los elementos culturales y la preservación del Patrimonio Cultural, tangible e intangible, a través del museo, cobra una dinámica muy positiva. La gente de la comunidad, no solo participa con su trabajo y dando información, sino que el acervo del museo se compone de donaciones hechas por los mismos habitantes de la comunidad. De esta manera se revalora y socializa el Patrimonio Cultural.
Fotografías, cerámica de los Viejos Abuelos, textiles y utensilios para la fabricación de los tapetes, que son una antigua tradición que identifica a Teotitlán entre los pueblos de los Valles de Oaxaca. Todo sale de las casas y va a parar al museo comunitario. La gente se siente muy orgulosa de este logro comunitario. Y periódicamente se renueva el comité del museo y nueva gente lega a servir.
De este modo, le invitamos, a que cuando viste Teotitlán del Valle, no deje de visitar el Museo Comunitario, que está abajo del atrio del templo y a un lado de los puestos que venden los famosos trabajos en lana. Podrá apreciar verdaderas joyas que la comunidad ha venido resguardando, con mucho celo, a través de muchos siglos y que hoy, generosamente la ofrecen para el deleite de todos los visitantes.
En el museo podrá usted conocer las ancestrales técnicas en el tinte, cardado de la lana y tejido de los tapetes de Teotitlán del Valle. Se exponen viejos telares de cintura. Es interesante conocer a viejos telares, así como ruecas y telares través de fichas muy bien documentadas, los diversos materiales con los que los zapotecos de este milenario lugar, tiñen la lana y ayer el algodón, milenario lugar pues es seguro que este pueblo debió ser, desde tiempos milenarios grandes tejedores en algodón y con la invasión europea, cambiaron al trabajo en lana. No se pierda esta maravilosa experiencia de la cultura comunitaria..