EL FARO DE PUERTO ESCONDIDO
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Los Faros son lugares míticos y simbólicos de las costas. Las historias se entretejen entre la imaginación y la realidad. El faro es siempre para el hombre, pero en especial para el hombre de mar, referente de verdad, certeza y seguridad. El Faro de Puerto Escondido es un testigo silencioso del acontecer del Puerto…él todo lo ve y todos lo ven.
En lo más alto morro que reta al mar y donde empieza pequeña bahía del Viejo Puerto se yergue el Faro como un vigilante silencioso del mar y de la costa. Con su luz, que parece un ojo cíclope bondadosamente a los hombres que se han hecho a la mar, les indica el lugar preciso, el lugar seguro.
Desde sus alturas se aprecia la inmensidad del Océano Pacífico que se extiende inalcanzable mar adentro hasta encontrar las costas de Vietnam y China. Azul sobre azul hasta fundirse con el cielo azul.
Hermosa vista desde el Faro a la Bahía de Puerto. Los grandes edificios emergen entre un mar de verdes que el follaje costeña atrapa la luz incandescente del medio día. Cuando conocí Puerto Escondido en 1968 se estaba terminando la carretera que llegaba literalmente hasta donde hoy está el monumento a Benito Juárez.
En aquellos tiempos Puerto Escondido era una pequeña comunidad de pescadores, algunas casas muy humildes, algunas tiendas que surtían a la región, el Cuartel Militar y desde luego…El Faro. Ni remotamente un turista y menos un hotel.
Sin embargo, hoy día Puerto Escondido ofrece una buena infraestructura de servicios turísticos, pero lo importante, no ha perdido su esencia de “comunidad”. Puerto Escondido mantiene su propia vida económica, política, social y cultural, y no ha sido destruida por la “marea turística”, lo que lo hace un lugar con una dimensión humana y rica en cultura popular.
En efecto, Puerto Escondido tiene su propia vida que la comparte generoso con el turista, quien puede lo mismo estar en una playa, que ir a comprar viveras a una tienda de autoservicio, que ir al propio mercado de la comunidad, que es una experiencia multicultural excepcional.
Puerto Escondido es un lugar joven que crece vertiginosamente. Hoy en día la Playa de Zicatela casi está poblada totalmente en todo su largo. El Faro, desde su posición estratégica observa silencioso este crecimiento que está bien planificado.
Que llega hasta la misma punta opuesta de la Playa de Zicatela, razón por la cual, Puerto Escondido tiene mucho futuro dado que dispone de una gran área para urbanizar, no solo hoteles, pues Puerto se ha convertido en un lugar de retiro para propios y extraños.
Desde el Faro se puedo observar las escolleras que resguardan a la pequeña flota de planchas recreativas y de pesca, porque, como lo hemos dicho antes, Puerto ha sabido equilibrar sus actividades productivas desde el comercio regional, pasando por la pesca hasta llegar a los servicios turísticos.
Aunque todavía cuenta con una pequeña inversión en infraestructura de servicios turísticos, como es un excepcional recorrido que se puede hacer entre las grandes piedras que rodean al faro.
En efecto, una serie de puentes entre las grandes rocas y un camino hecho en concreto, permite al turista apreciar el rítmico romper de las olas y por las tardes apreciar las maravillosas puestas de sol.
Uno de los grandes espectáculos naturales de Puerto Escondido es justamente observar los atardeceres. El Sol poniente se hunde majestuoso en el horizonte, penetrando las profundidades marinas para todos los días salir a despertar a la población por atrás de las montañas.
Efectivamente, esta asombrosa magia se presenta todos los días en Puerto Escondido. El Sol se sumerge en un mar de nueves de colores y se mete a lo profundo del mar, para salir por las montañas que rodean a Puerto radiante y feliz invitándonos a disfrutar un día más de este maravilloso lugar.
Pero “aquioaxaca” no quiso quedarse con las ganas de conocer a “ese ojo mágico” que alumbra todas las noches Puerto Escondido y el mar que le rodea. Y buscamos la manera de llegar a él, tuvimos que subir por unas interminables escaleras de caracol hasta llegar a verlo en toda su "intimidad".
Desde el Faro se ve el ir y venir de las lanchas que pasan sin cesar. En las mañanas y durante gran parte del día las lanchas que llevan a los turistas a disfrutar del mar, ver a las tortugas y delfines, y con un poco de suerte a pescar.
Pero por las tardes se ven pasar a las lanchas de los intrépidos pescadores que se van toda la noche a pescar a lo profundo del mar. Hombres valientes y recios que retan a tan poderoso adversario en frágiles lanchas, todo para sacer para el sustento familiar.
Y es justamente esta diversidad que hace muy especial a Puerto Escondido. Porque no es una lugar “entregado” a los servicios turísticos, sino diversifica sus fuentes económicas, productivas y comerciales. Desde la agricultura en sus alrededores, el comercio, los servicios, el turismo. Así vemos cruzarse en el mar lanchas con turistas y de pescadores.
Pero volviendo a nuestro anfitrión, El Faro y sus operadores, amablemente nos permitieron conocer las instalaciones y subir a disfrutar de la vista espectacular y apreciarlo de cerca, con su majestuoso e imponente sencillez.
En efecto, caleidoscópicas formas que permiten con sus lentes de aumento, en noches calmadas o tormentosas cumplir cabalmente con su alta responsabilidad de prevenir a los barcos que navegan por la zona la cercanía de la Tierra Firme.
Esta sólida construcción en su sencillez trasmite su eficacia. No hay nada que esté de más o que falte. El Faro tiene su propio espíritu y su personalidad. Y no es de horror o maléfica, por el contrario, su personalidad es diáfana y transparente…amigable. Te invita a subir y te inspira seguridad y protección.
Cada lugar tiene sus edificios o sitios simbólicos, “El Faro” para Puerto Escondido representa uno de los más importantes. Es clásica la postal en la que El Faro recorta su figura en el cielo azul o anaranjado.
Cuando viste Puerto Escondido no deje de visitar “El Faro”. Tendrá que preguntar a los lugareños, pues esta “escondido” pero al llegar encontrará un lugar inolvidable.
LA COSTA OAXAQUEÑA PARAISO ESCONDIDO DE MÉXICO
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