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Mercados Juárez y 20 de Noviembre

Mercados Juárez y 20 de Noviembre

En el centro de la Ciudad de Oaxaca existen dos mercados que los separa una calle. El primero del zócalo hacia el Sur es el Benito Juárez. Aunque el predio fue designado desde la época colonial, la estructura que hoy vemos es de finales del siglo antepasado de estilo francés. 

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MUSEO DE SITIO CASA JUÁREZ

MUSEO DE SITIO CASA JUÁREZ

MUSEO DE SITIO CASA JUÁREZ

Presidente Benito Juárez para todos los oaxaqueños es de primer orden, toda vez que su origen indígena, su impresionante ascenso en una sociedad clasista y racista, pues de ser un niño indígena huérfano, llego a ser el gobernador del estado y Presidente de la República, sigue siendo un digno ejemplo para muchos jóvenes.

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San Lorenzo Cacacotepec, Etla.

San Lorenzo Cacacotepec, Etla.

San Lorenzo Cacacotepec, Etla.

Los Valles de Oaxaca están rodeados de un “mar de montañas”. En el Valle de Etla se encuentra un pueblo muy especial, San Lorenzo Cacaotepec, que cuenta con una iglesia bellísima que data del Siglo XVII.

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MERCADO DE ABASTOS

MERCADO DE ABASTOS

Los mexicanos tenemos más de ocho mil años de civilización y el "tianguis" siempre ha sido una institución fundamental en la sociedad. Desde un pequeño pueblo, perdido en las ocho mil comunidades que existen en el estado hasta el Mercado de Abastos de la Ciudad de Oaxaca.

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TEMPLO DE LA SANGRE DE CRISTO

TEMPLO DE LA SANGRE DE CRISTO

  En el espléndido paseo que constituye el recorrer la calle peatonal Macedonio Alcalá, que inicia en la calle de Independencia a un costado del edifico del antiguo Instituto de Ciencias y Artes del Estado, hoy Facultad de Derecho de la UABJO y que termina en el costado Oriente del exconvento del Carmen Alto, se encuentra un pequeño templo, que desde sus inicios a pesar de estar en el centro de la ciudad, no fue parte de un convento.  

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Semana Santa en Teotitlán del Valle


Escrito por Guillermo el .

Los pueblos y culturas de Oaxaca son milenarios. Ocho mil años de desarrollo y sabiduría humana los respaldan. En estos últimos cinco siglos de ocupación extranjera, “la resistencia cultural” ha sido un arte muy sofisticado.

A pesar de que se trató de borrar su cultura y religión totalmente, los pueblos hábilmente pudieron “disfrazar” sus milenarias tradiciones ante los ojos ignorantes del colonizador.

 

 

Muchas “fiestas tradicionales”, tanto religiosas como profanas tienen un origen ancestral anahuaca. Sí bien, se han modificado en su “forma” ante los ojos del misionero y el conquistador, en “el fondo” siguen guardando su esencia inmaculada. 

 

En parte, porque todas las civilizaciones a final de cuentas comparten en teoría el mismo objetivo de desarrollo espiritual, en parte, porque la mayoría de los Mesías tienen el mismo mensaje y hasta las mismas ceremonias. Sorprende encontrar los grandes paralelismos entre Quetzalcóatl y Jesús de Nazaret, a tal punto, que los propios misioneros en el siglo XVI creyeron que Quetzalcóatl fue el apóstol Santo Tomás.  

 

Los ritos comunitarios y religiosos, que tienen que ver con la mecánica celeste y con los ritmos y ciclos de la naturaleza, son muy parecidos en todo el mundo. De modo que los misioneros solo “cambiaron” por encima los ritos ancestrales de los Viejos Abuelos y los ajustaron a su tradición judeo-cristiana.  

 

En la mayoría de los pueblos indígenas y campesinos de México, pero en especial en los de Oaxaca, que es la “reserva espiritual de nuestra nación”, estas “fiestas” tienen un fondo eminentemente ancestral de la Cultura Madre. Sin negar, por supuesto, las formas culturales y religiosas impuestas por la invasión europea.

 
 

Lo importante es “el fondo” de estas ceremonias. Son dramas universales del ser humano. Por ejemplo: La Semana Santa en Teotitlan del Valle, la comunidad vive la pasión y el drama del Mesías que se sacrifica para salvar a su pueblo. Lo mismo que hizo Jesús de Nazarte lo hizo Tecuzistecatl, el Dios que en Teotihuacan se sacrificó para que naciera el Quinto Sol.  

 

Como los dioses se sacrificaron en Teotihuacan para que surgiera el Quinto Sol, los seres humanos se llamarán “masehuales, es decir, “merecidos del sacrificio”. Tecuzistecatl  tuvo que sufrir una dolorosa penitencia para purificarse y poder saltar al fuego cósmico que sus hermanos, los dioses, habían preparado en Teotihuacan.

 

 

Esta es la razón por la cual los pueblos indígenas y campesinos siguen reproduciendo estos “dramas cósmicos-universales”. La gran herencia del llamado México antiguo, o mejor dicho, de la civilización del Anáhuac es la ESPIRITUALIDAD de su gente. En efecto, las “fiestas” tienen una forma mezclada y llena de sincretismos, pero su fondo es de carácter espiritual. Esta espiritualidad que tienen los pueblos de Oaxaca es su mayor riqueza y su potencial para el futuro…aunque mucha gente ofuscada por el espejismo de “la confusa  modernidad” no lo entienda.

 

 

Esta espiritualidad que se trae en “el banco genético de información Cultural” es la esperanza más grande que encierra nuestro pueblo para enfrentar los desafíos de estos tiempos, saturados de materialismo, consumismo y enajenación. El sentido místico y espiritual por el mundo y la vida, le dan una dimensión “sagrada” a la existencia de las personas, familias y comunidades. Es aquí donde radica la grandeza de los pueblos y culturas de Oaxaca.

 

Cuando una comunidad es apegada a sus usos y costumbres, a sus tradiciones ancestrales, es una comunidad más fuerte y más unida. El caso de Teotitlan del Valle es un claro ejemplo. Es una comunidad trabajadora, que ha podido adaptarse con mayores beneficios a “la modernidad”, pero sin dejar sus tradiciones. Se sigue organizando y gobernado por “el Sistema de Cargos”, tiene mayores posibilidades y mejores beneficios. De modo que la relación de cultura e identidad, van de la mano con bienestar y progreso.  

 

 

En general, “el progreso y modernidad” impuestas desde afuera a las comunidades indígenas y campesinas, esta motivada por intereses económicos y políticos foráneos. Siempre las terminan por dividir, enfrentar y empobrecer. Es muy común ver a poblaciones en todo el país que al perder sus tradiciones y costumbres, pierden su identidad y se hunden en la miseria y la desolación. En este sentido, los oaxaqueños han sabido enfrentar con mayor acierto la colonización.

 

teotittlan

 

Semana Santa 2009 en Teotitlan del Valle, Oaxaca.

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