TUXTEPEC al Norte de Oaxaca
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La Ciudad de Tuxtepec, en la parte Norte del Estado de Oaxaca, es un claro reflejo de la pujanza y enorme trabajo de los oaxaqueños que viven en este rincón paradisíaco. La frondosa vegetación, sus grandes ríos y su maravillosa gente, le dan a esta región una característica muy particular.
San Juan Bautista, Tuxtepec ,es naturaleza, agua, vegetación, calor, humedad. Verde sobre verde y verde…Tuxtepec es vida, luz, monte. Gente trabajadora y amable. En efecto, los tuxtepecanos tienen la chispa de sus primos los veracruzanos de la cuenca del Río Papaluapan. Oaxaca es tan diverso y múltiple, que no nos equivocamos al decir que el tuxtepecano es un oaxaqueño muy jarocho.
La Ciudad de Tuxtepec es la segunda en extensión en el estado de Oaxaca, su población sobre pasa los cien mil habitantes y su crecimiento es constante y sostenido. Polo de desarrollo económico, lo mimos tiene industria, que cultivos, ganadería o comercio. En efecto, la ciudad es un punto comercial para toda la región, desde Valle Nacional hasta Loma Bonita en la llanura y remontándose a la Sierra hasta Huautla de Jiménez, pasando por Ixcatlán y Ojitlán, conectado por el puente Caracol a Tierra Blanca y Tlacotalpan, en el estado de Veracruz.
La Casa de la Cultura ocupa un lugar muy especial. Construida al final de la década de los años setentas por uno de los tuxtepecanos más ilustres, el Ing. Víctor Bravo Ahuja, cuando era Secretario de la SEP. Fue puesta en operación gracias a los apoyos del Ing. Jorge L. Tamayo y la Maestra Maria Elena Martínez Tamayo, quienes invitaron a dirigirla a Guillermo Marín. La institución llegó a tener 3 mil alumnos cuando Tuxtepec tenía 30 mil habitantes.
Fue modelo de organización a nivel nacional y llegó a ser auto financiable al 75%. En ese esfuerzo creador intervino el dramaturgo Wilebaldo López, quien implementó un grupo de teatro. Otros maestros que iniciaron la Casa de la Cultura fueron: Gregorio Clemente, Cecilio Sánchez, Abelardo López, Felipe Matías, Gerardo Ibáñez, Lucía Milles y José Luis Piña. Dentro del personal adminstrativo podemos mencionar a don Lencho Criollo, Inés Cruz Navarro, Zenaida Cruz Antonio, José Montes, Marina Morales y Arturo Vara, entre muchos otros.
La arquitectura antigua de Tuxtepec todavía se puede ver en algunas casas del centro. Grandes paredes de adobe, techos muy altos de teja o lamina, corredores amplios y grandes ventanales para que circule el aire. Pórticos para tomar el fresco por la tarde y por las grandes lluvias, techos para que el peatón no se moje al caminar por la calle. Su inmensas puertas de madera y algunos enrejados también en madera. El carácter del tuxtepecano es igual que su casas…abierto de par en par, hospitalario y generoso. El Palacio Municipal y la Catedral en los costados del parque central son lugares importantes para la vida comunitaria.
La vida comercial de Tuxtepec es muy vigorosa, cada día son más calles se incorporan a la avenida Independencia, original centro palpitante del comercio. Sus plazas y jardines, además del malecón han sido recuperados y embellecidos. Visitar Tuxtepec es un placer, además que tiene atractivos turísticos muy cerca de la ciudad; como las presas, los ríos y arroyos, así como una espléndida cocina con típicos platos regionales en done el pescado, los mariscos y el plátano están presentes.
Tuxtepec representa para Oaxaca una joya de su pluralidad cultural, natural y humana. A través del tiempo siempre estuvo alejada de la ciudad capital por la inaccesible Sierra Norte, que en algún momento llega a los tres mil metros de altitud y baja a hasta Valle Nacional, que se encuentra bajo el nivel del mar. Un viaje extraordinario por una carretera llena de paisajes, lo mismo de pinos que de helechos, frío en las alturas y calor en el bajo.
Pero ahora, gracias al sistema de autopistas, se puede llegar a Tuxtepec cómodamente por la autopista que va a Tehuacan y de ahí a Córdoba-Tuxtepec.