Manos de Luz
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El taller familiar es una tradición en la cultura ancestral de los pueblos de Oaxaca. Hunde sus raíces en los principios de la civilización del Anáhuac y podríamos asegurar sin temor a equivocarnos, que la cultura inició en el seno mismo de la familia. El Calpúilli fue la forma de organización a partir de un núcleo de familias y un barrio en el México antiguo.
Los talleres familiares tienen muchas cualidades, entre ellas: mantienen unida a la familia, la hacen más productiva, se trasmite la sabiduría y la experiencia de generación en generación y especialmente vinculan a las antiguas generaciones con las nuevas. Humanizan el trabajo. De esta forma la casa se convierte en escuela, laboratorio y taller al mismo tiempo. La educación se realiza de manera amplia y los padres, abuelos y tíos serán maestros para los niños.
En Oaxaca, como en todo el mundo, por desgracia se están perdiendo los talleres familiares y toda la cultura que en ellos subyace. Sin embargo, se ha iniciado en Oaxaca un movimiento de personas preocupadas por estos conocimientos y forma de vida, mismas que han emprendido una difícil batalla contra los vicios y atavismos que han condenado al arte popular familiar a su extinción.
"Aquioaxaca" presenta a Edgardo Villanueva y su familia, en un proyecto familiar llamado "Manos de Luz", que representa una esperanza tangible para el arte popular oaxaqueño: "Manos de luz" es la historia de la familia, es una herencia familiar. El proyecto no es personal, fue heredado. La parte fundamental, el oficio, la técnica con la que se trabaja, el uso de los materiales viene de mi familia que ha sido por generaciones de artesanos. El abuelo Román que era rebosero, el abuelo Guillermo era mantelero, mi suegro se dedica a la cuchillería artística y mí madre Guillermina Cuevas es quien hace el giro a la artesanía del vestir y me toca a mí incorporar el concepto de "empresa".
"El desafío es el mismo desde que empezamos, que las piezas que nosotros hacemos hoy, mejoradas en cuanto a su calidad, su materia prima, sigan manteniendo la identidad con la cual "nosotros" hemos sido reconocidos nacional e internacionalmente, no como empresa sino como pueblo. Como oaxaqueños en el mosaico cultural del arte popular en México. Hablamos de diseños, colores, técnicas y materia prima con la que trabajamos. Este es el desafío: que mejoremos el producto pero que éste siga conservando su esencia, la identidad cultural y la fuerza espiritual que les ha caracterizado como pueblo. Demostrar que no existe antagonismo entre tradición y modernidad".
"La misión de Manos de Luz es preservar y mejorar el arte popular por una parte. Por la otra fortalecer nuestra familia y nuestra cultura; así como elevar la calidad de vida de la gente con la que trabajamos. Porque para nosotros el sentido humano de nuestra empresa es el más grande potencial con el que contamos. Aquí no tenemos obreros o trabajadores, aquí todos somos una gran familia y como ves, nuestra casa es parte del taller o el taller parte de la casa."
"Manos de Luz" se debe reproducir. Nuestra intención es que empiecen a trabajar otros talleres con nuestra filosofía, -que en el fondo no estamos inventando el hilo negro- pues a través de siglos este ha sido el espíritu de los talleres familiares en cualquier parte del mundo. Nosotros no pretendemos que nuestra empresa vaya a crecer de una manera descomunal. Aspiramos en cambio a desarrollar el taller al cien por ciento, con la misma gente, que es la base de bordadoras, mejorar los diseños, mejorar los sistemas de producción, pero llegar a un tope a un límite en el crecimiento. No queremos ser una gran empresa, pretendemos consolidarlo como un eficiente taller familiar. Y después reproducir la experiencia en otro taller familiar".
"Me gustaría que otros talleres en Oaxaca se dieran cuenta que contamos con lo más importante que es el capital humano y las formas de organización milenarias, que a fin de cuentas no es más que cultura. Nuestro más importante capital es la cultura que vive en nosotros desde tiempos ancestrales. Queremos que los compañeros se den cuenta que se puede darle de comer a una familia, se puede dignificar un oficio, se puede ofrecer empleo a 120 mujeres. Si existieran en Oaxaca 50 empresas familiares como esta, creo que iríamos resolviendo en verdad el problema de la pobreza, la falta de empleos y todo eso se genera al interior de las casas y de las familias. Necesitamos volver a tener confianza en nosotros mismos y en nuestra cultura".
"La base de un taller familiar es el papá, la mamá, los hijos y los parientes. Es la casa, la tradición, la experiencia, el respeto. Para Mónica, mi esposa y para mí; sería un sueño que nuestros hijos Aurora y David, que ahora viven con nosotros, en un futuro puedan ellos montar sus propios talleres, que asimilen nuestra experiencia e innoven los productos, las técnicas o los procesos y produzcan mejores productos de lo que ahora nosotros hacemos. Pretendemos que este sea un modelo, una semilla o una célula con la cual se pueda trabajar en otras familias".
"Tenemos 3 formas en las cuales nosotros comercializamos nuestros productos. El menudeo se realiza 3 veces al año. La familia vende en Semana Santa, en julio durante las fiestas de la Guelaguetza y en diciembre, en donde directamente vendemos nuestros productos en los tianguis que se ponen para estas fiestas. El medio mayoreo lo hacemos con tiendas que están en la república. Hablamos de clientes en Tlaquepaque, en Los Cabos, en Playa del Carmen, en Puebla, la Ciudad de México. Gente que nos está comprando poquito, pero nos está comprando constantemente. La otra forma de comercialización es la "Casa de las Artesanías de Oaxaca". Nosotros les estamos vendiendo a la Casa de las Artesanías cada 8 días y es lo que nos permite tener un "colchón" con el cual vamos creciendo. Por ahora no estamos exportando, nos estamos dedicando al mercado nacional, porque el producto está pensado para "nosotros".
"La producción es un proceso. Los diseños los realizo yo, tanto el de las prendas como vestidos, camisas, ropa para niños y bebés; así como el de los bordados, donde me inspiro en la gran riqueza cultural y artística que nos han legado nuestros antepasados y que sigue estando vigente en nuestros días. Después, la selección de la materia prima, la tela se lava, blanquea, después se dibuja para el bordado donde se le da el "toque personal" del diseño".
La calidad del bordado es el "corazón" de nuestros productos y está en las manos de nuestras bordadoras, porque en el proceso del bordado radica el espíritu de nuestra ropa. Cuando las piezas se han ido con las bordadoras y regresan terminadas, se tienen que meter a otro proceso, donde de nuevo se lava, se traza, se corta y se ensambla la pieza para finalmente ir al planchado de la manta y el algodón, pues todos nuestros productos están hechos con fibras naturales y la pieza pasa por un control de calidad muy riguroso; una por una, de esta manera queda terminada.
"Nosotros reproducimos el milenario sistema de organización que sobrevive en nuestras comunidades para trabajar con nuestras bordadoras. Trabajamos con 2 grupos que están en La Ermita, en Ejutla de Crespo. Con una comunidad que se llama La Labor, que está en Santa Catalina, Miahuatlán de Porfirio Díaz. Trabajamos con otro grupo de mujeres que está en Santa Catarina Roatina, en la Sierra Sur y otro grupo pequeño que está en el municipio de San Isidro Monjas. Son la gente con la que trabajamos. Son "esas manos de luz" las que producen la magia con el hilo y la manta o el algodón. Son las manos que hacen cantar los hilos de colores y logran "prender" rayitos de luz de muchos colores en la manta.
Las mujeres forman grupos de 20 o 22 personas que tiene una mujer que las representa y que viene al taller a traer el trabajo terminado y se lleva más piezas para bordar. Con ella vemos las cuestiones del color, los precios, la cantidad y calidad del trabajo. Estas personas se rotan en las visitas al taller y cada vez se especializa el trabajo y la calidad es muy pareja. Tenemos 7 años trabajando con ellas. Nos conocemos, estamos contentos, ellas y nosotros. En este momento en las comunidades donde trabajamos, se logra diferenciar muy claramente las casas de las mujeres que trabajan con nosotros y las que no lo hacen. Se ve que han ido mejorando sus viviendas y elevando su calidad de vida. Eso es una gran satisfacción para "Manos de Luz". Nuestra política es la de no explotar y tratar de pagar los mejores precios por su bordado. Dignificar su vida a partir de su trabajo. El mercado no nos permite pagar lo que nosotros creemos justo por el trabajo que realizan las bordadoras de Oaxaca, sin embargo, somos los que mejor pagamos".
"Manos de luz" está produciendo la mejor calidad en ropa regional en Oaxaca. Tenemos clientes que tienen camisas nuestras compradas hace tres o cuatro años y que cuando regresan a Oaxaca, nos buscan y se llevan nuevos modelos. Cada año tenemos nuevos clientes, pero nuestros mejores clientes son los que tienen años de comprarnos. Es decir, hemos ido sumando clientes a base de la calidad de nuestros productos"
"MANOS DE LUZ" es una empresa familiar oaxaqueña que se ubica en: LEONA VICARIO # 101 SAN JUAN CAHPULTEPEC, CENTRO OAXACA,
C.P. 68150
TEL. (951) 5 12 23 14
Correo electrónico Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo.
Página web: http://www.artesaniasmanosdeluz.com
Sus productos los puede adquirir en: LA CASA DE LAS ARTESANÍAS DE OAXACA Se ubica entre las calles de: MATAMOROS Y GARCÍA VIGIL en el centro de la ciudad.