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La Noche de Rábanos

La Noche de Rábanos

 

Entre el rosario de fiestas y tradiciones con que cuenta la Ciudad de Oaxaca, una de las más características es la famosa Noche de Rábanos, tradición que tiene más de un siglo de estar viva en el corazón de los oaxaqueños y que forma parte de las Fiestas Decembrinas. 

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Museo del Textil

Museo del Textil

Museo del Textil

En el año de 2007 se inauguró el Museo del Textil de Oaxaca MTO en lo que fue parte del exconvento de San Pablo que data del Siglo XVI, pero que sufrió cerberos y consecutivos daños por los terremotos que sacuden a la ciudad.

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MUSEO A BENITO JUÁREZ EN EL PALACIO NACIONAL

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MUSEO A BENITO JUÁREZ EN EL PALACIO NACIONAL

El más ilustre de todos los oaxaqueños, héroe de la nación, Benemérito de las Américas y uno de los más grandes estadistas del mundo en el Siglo XIX, indiscutiblemente ha sido Don Benito Juárez García. La nación mexicana le tributa un homenaje al más grande Presidente de nuestra historia y por ello ha dedicado EL RECINTO HOMENAJE A DON BENITO JUÁREZ EN EL PALACIO NACIONAL.

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Santa Lucía del Camino

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La ciudad de Oaxaca mantuvo por muchos años una dimensión modesta. Desde la época colonial hasta la llegada del ferrocarril 1892 su extensión sufrió pocos cambios.

El ferrocarril inició grandes cambios en Oaxaca y su crecimiento.

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SANTA ANA DEL VALLE

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La organización social es una de las grandes herencias de nuestros Viejos Abuelos. En efecto, la capacidad, el conocimiento y la sabiduría que vive en las comunidades indígenas y campesinas es un tesoro y un ejemplo. El sistema de cargos, la mayordomía, el tequio, la gozona, el compadrazgo, son algunas formas que han sobrevivido desde tiempos inmemoriales y permiten que las comunidades al estar organizadas, puedan lograr los beneficios comunitarios requeridos para su bienestar.

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Zonas Arqueológicas ubicadas en los Valles Centrales

Tumba Zapoteca de Huijazoo, Suchilquitongo


Escrito por Guillermo el .

Los Viejos Abuelos en el período Clásico o del esplendor, generalmente no construían pirámides para fines mortuorios. Hasta ahora la única pirámide descubierta hecha ex profeso como una tumba es la del Señor de Pacal en Palenque, Chiapas. Las tumbas que tenemos son del período Postclásico y fueron construidas en las ruinas abandonadas del período Clásico, como es el caso de la famosa Tumba 7 de Monte Alban.

 

Sin embargo, en el Cerro de la Campana en Suchilquitongo, a unos 29 km. de la ciudad de Oaxaca hacia el Valle de Etla, existe un espléndida tumba zapoteca y que los Arqueologos la sitúan perteneciente al último tercio del período Clásico zapoteca, entre los años 650 y 900 d.C. Aunque no está abierta al público por motivos de conservación, toda vez que si se abriera, muy pronto se borrarían los espléndidos frescos con que está decorada.

 La zona arqueológica está a noventa metros de altura del Valle y está compuesta por una serie de montículos o “mogotes” que delinean claramente que son pirámides o juegos de pelota cubiertos de tierra.

La tumba fue descubierta en el año de 1985, por el Arqueólogo Oaxaqueño Enrique Méndez Martínez. Está distribuida en tres partes: una primera antecámara con dos nichos, una segunda cámara amplia con un patio, dos nichos grandes y cuatro pequeños y una cámara funeraria.

Lo más sobresaliente de la tumba son sus frescos con más de mil años de antigüedad y que mantienen incólume la memoria de nuestros Viejos Abuelos. Raíz y esencia de un pueblo que a través de la cultura y el arte ha venido dejando testimonios de su exaltada visión de la trascendencia espiritual de la existencia. El culto a la muerte no es más que el culto a la vida.

Al apreciar las pinturas de la Tumba de Huijazóo, entendemos la razón de la existencia y producción artística de Miguel Cabrera, Rodolfo Nieto, Rufino Tamayo, Rodolfo Morales, Francisco Toledo y una corriente viva, fuerte y desbordante de pintores, talladores en madera, ceramistas, tejedores, bordadoras, cuchilleros. “Raspando tantito”, en cualquier oaxaqueño se encuentra a un artista y a un campesino. Son miles de años de sabiduría y sensibilidad en “el banco genético cultural” de los pueblos de Oaxaca.

Es por esto que el Arte Popular de Oaxaca tiene un lugar muy especial en el mosaico artístico de México. El arte es el lenguaje del Espíritu, el oaxaqueño desde tiempos inmemoriales sabe articular este lenguaje en la piedra, en la madera, en los textiles, en la cerámica, en el acero, con el mimbre y la palma, en el oro y la plata, en la lana y en el algodón, en la piel y en el hueso. Manos de Luz que transforman con el corazón la materia y “la liberan” de su estado natural para humanizarla.

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