EL SEÑOR DE LAS PEÑITAS
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Existen algunos lugares con una fortísima carga energética en los Valles de Oaxaca. Lugares mágicos y muy reverenciados por el pueblo. Lugares que tienen una presencia humana desde la misma prehistoria. Es el caso del "Señor de las Peñitas", una inmensa piedra que desde tiempos inmemoriales has sido lugar de culto y de "pedimento".
En la roca, hace muchos miles de años, cuando la piedra era solo barro, un ser humano dejó su huella y con el tiempo esta se petrificó. La leyenda cuenta que es la huella de Dios, que cuando hizo el mundo, se sentó a descansar en esta piedra y dejó su huella. Hoy se le ha hecho una pequeña verja y se le ha techado. Es un lugar donde la gente realiza sus "pedimentos" y es famoso por los milagros que concede a todos.
Los Viejos Abuelos construyeron en este lugar un recinto ceremonial, en un amplio conjunto que cuenta con varias pirámides, juego de pelota y construcciones que demuestran que este sitio fue muy importante para los pueblos antiguos.
Mas tarde, durante el periodo Colonial, los españoles ponían capillas donde la presencia espiritual y la fe de los indígenas era inevitable a pesar de la negación y persecución que se hizo de las antiguas creencias. De esta manera se construyó una preciosa capilla sobre la piedra y al lado de la "zona arqueológica" y ahí se encuentra un Cristo llamado "El Señor de las Peñitas" que es muy milagroso. Se festeja el quinto viernes de Cuaresma y vienen peregrinos de todo el estado, Puebla y Chiapas.
El templo es muy austero y tiene una belleza muy sobria. En él se encuentra el Cristo y la comunidad de Reyes, Etla, lo cuida con esmero y cariño.
El sentido místico y espiritual de la vida, es una de las herencias más ancestrales que hemos heredado de nuestros Viejos Abuelos. Es por ello que el sincretismo religioso de los mexicanos, es como un calidoscopio de formas y colores. Pues en el México Antiguo a pesar de ser una sola civilización, existía una pluralidad de culturas a través de la misma raíz filosófica religiosa.
Actualmente la zona arqueológica no ha sido explorada y restaurada por el Instituto Nacional de Antropología e Historia, por lo que esta bajo el cuidado de las autoridades de Reyes, quienes mantienen la vigilancia y cuidan del saqueo al lugar sagrado.
No se necesita ser una especialista para darse cuenta que esta zona arqueológica tuvo una importancia relevante, por su extensión y por la cantidad de "mogotes" o pequeños cerritos que a todas vistas, son pirámides encubiertas. Cabe hacer mención del cuidado de los lugareños por estos sitios sagrados. Los campesinos con mucho respeto siembran sin dañar los montículos arqueológicos.
Existen dos piedras muy importantes en esta zona arqueológica, que son usadas en la actualidad como lugar de ceremonias. En efecto, es muy común encontrar en ellas restos de utensilios usados para "hacer trabajos". Plumas de gallinas, botes de alcohol, veladoras, copal quemado, flores y sal de grano.
Lo cierto es que independientemente de cualquier creencia, el posarse sobre estos monolitos es una experiencia muy especial, pues con un poco de sensibilidad se siente en general la fuerza del lugar y en particular de las piedras en cuestión.
En el juego de pelota, existe una piedra, igual que la primera orientada de Norte a Sur, pero esta tiene esculpida la cabeza de una enorme serpiente de cascabel. Muy parecida a las piedras de las bases de las escalinatas del Templo Mayor o de Chichen Itza.
Esta inmensa piedra se entiende que ha sido removida de su lugar original y es usada a manera de altar, para realizar las ceremonias. Su belleza extraordinaria y a pesar del tiempo y de estar a la intemperie, mantiene las líneas de su talla.