San Bartolo Coyotepec
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La cerámica del México antiguo llegó al pináculo de la expresión más alta del lenguaje estético. En muchos museos de México y el mundo se encuentran las maravillosas piezas elaboradas por manos diestras, que a través de un elevado conocimiento filosófico-religioso, lograron expresar conceptos abstractos de suma complejidad.
En efecto, a pesar de la destrucción sistemática que realizaron los colonizadores, la cerámica que se logró salvar de la barbarie hoy nos asombra y nos exalta el espíritu. Los antiguos mexicanos fueron verdaderos maestros en "hacer mentir al barro" y Santa María Coyotepec es la heredera de la tradición del "barro negro" en Oaxaca.
Coyotepec en lengua náhuatl significa "cerro de coyotes" y desde tiempos inmemoriales se dedica a confeccionar piezas de barro de carácter utilitario y que se requerían en la vida cotidiana. Los famosos "cántaros" que se usaron durante milenios para transportar y almacenar el agua para beber, los cántaros para el mezcal y otro tipo de piezas con las que surtía Coyotepec a los pueblos de los Valles Centrales.
Pero un día llegaron las cubetas y recipientes de plástico y la economía de la comunidad se vino abajo. Fue el momento en el que apareció una ceramista llamada "Doña Rosa" que empezó a producir figuras artísticas para el mercado turístico y la economía revivió.
Actualmente el pueblo cuenta con un Mercado de Artesanías ubicado en el jardín central del pueblo, cuenta con un Museo de la Cerámica y es visitado por una gran afluencia turística. El templo es muy hermoso y sobrio, y la barda perimetral se encuentra decorada con los tradicionales cántaros oaxaqueños en barro negro.
Usted puede recorrer las calles de Coyotepec y podrá visitar a los artesanos en sus propias casas. Si pasa al Mercado de Artesanías le recomendamos que viste el local número 4 de Doña Delfina Guzmán Santos, quien es una mujer que ha dedicado su vida a este noble trabajo y sus hijos Pedro y Celestino prosiguen esta maravillosa herencia.