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MUSEO DE ARTE PREHISPÁNICO RUFINO TAMAYO.

MUSEO DE ARTE PREHISPÁNICO RUFINO TAMAYO.

MUSEO DE ARTE PREHISPÁNICO RUFINO TAMAYO.

El Museo de Arte Prehispánico Rufino Tamayo, es una verdadera joya. Ubicado en una casa del siglo XVIII, que fue la sede de la Santa Inquisición, Casa del Tesoro de la Primera Intendencia, escuela y a principios del siglo XX, en ella se instalaron los motores de la primera compañía de energía eléctrica de la ciudad, cuartel militar, expendio de periódico y en 1933, sede del Archivo General del Estado, para finalmente en 1974 albergar la colección personal que el pintor oaxaqueño Rufino Tamayo, lego al pueblo de Oaxaca.

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Cosijo y Daany Beédxe

Cosijo y Daany Beédxe

Cosijo y Daany Beédxe

La temporada de lluvias llega a los Valles de Oaxaca cuando los huracanes arriban a las costas del Golfo de México. Grandes cantidades de nubes cruzan las altas cumbres de la Sierra Norte y bañan a los valles, renovando la esperanza de la vida nueva.

 

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Santo Tomás Jalieza

Santo Tomás Jalieza

En la carretera que se dirige a Ocotlán se encuentra un pueblo laborioso y muy bien organizado de tejedoras en hilo de algodón. En lengua zapoteca Jalieza significa "debajo de la iglesia". Cuenta la leyenda que antes de la invasión europea el pueblo estaba ubicado en lo más alto de los cerros cercanos al pueblo, donde en la actualidad se sabe que existe una zona arqueológica no explorada.

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LA FIESTA, LOS NIÑOS Y LOS PERROS

LA FIESTA, LOS NIÑOS Y LOS PERROS

La cultura popular tiene -la ley de las tres “as”-. Para que toda actividad pueda llamarse de “cultura popular” por fuerza necesita ser: autónoma, anónima y autofinanciable.

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Fiesta de Muertos en San Jerónimo Yahuiche

Fiesta de Muertos en San Jerónimo Yahuiche

Dos pueblos en el mundo viven especialmente la pasión de la muerte, el egipcio y el mexicano. Y dos son las grandes fechas que unen a todos los mexicanos, de Norte a Sur, ricos y pobres, el día de Guadalupe-Tonatizin y la Fiesta de Difuntos.

En Oaxaca esta fecha es muy importante y mueve profundas estructuras psicosociales y culturales, que vienen desde los ancestrales tiempos de nuestros Viejos Abuelos.

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SEMANA SANTA EN TEOTITLAN DEL VALLE


Escrito por Guillermo el .

En general los pueblos de Oaxaca hacen un gran esfuerzo por mantener sus tradiciones y costumbres. Desde que se implantó el modelo económico neoliberal la pobreza ha llegado a todas las comunidades y las tradiciones cuestan mucho dinero y esfuerzo. Teotitlán del Valle se ha significado siempre por ser una de las comunidades más tradicionales y en donde las fiestas con todos los sacrificios que implican, se llevan a cabo puntualmente. 

 

La Semana Santa en Teotitlán del Valle es un regalo al espíritu, pues puede uno compartir con el pueblo la reflexión sobre los valores morales y éticos que se desprenden de las actividades religiosas.

En efecto, la tradición milenaria de nuestros Viejos Abuelos sigue viva y vibrante en el sincretismo religioso-cultural de lo que hoy llamamos “cultura popular”. Si bien la religión y la cultura ancestral se destruyeron, también es cierto que no se erradicaron.  Que hubo un acuerdo no escrito entre las dos culturas de tolerancia y de reciprocidad. Es decir, “yo vencido hago como que dejo toda mi religión y mi cultura y tu vencedor haces como que no te das cuenta que debajo de tu imposición siguen estando mis valores y tradiciones”.

Y así fue como se inició la fusión de las dos culturas. Donde existía un centro ceremonial de los Viejos Abuelos, los colonizadores lo destruyeron y con sus mismas piedras se construyó un templo católico. Se realizó una translación de símbolos indígenas por otros cristianos que tuvieran alguna similitud. Por ejemplo. En la catedral existe la Capilla del Señor del Rayo, que “casualmente” se festeja el día en que los zapotecos festejaban a Cosijo, el dios del agua simbolizado por un rayo. El templo de la Soledad tiene también una correlación semejante y tal vez, el símbolo mayor de este acuerdo entre las dos civilizaciones es sin lugar a dudas Tonatzin-Guadalupe en el Cerro del Tepeyac.  

En los pueblos existe una autoridad civil y otra religiosa. En el Sistema de Cargos, que implica SERVIR AL PUEBLO sin ningún pago, existe generalmente el Comité del Templo y un comité para cada fiesta. Estos cargos pueden durar de uno a tres años y cada comité está compuesto por un presidente, un secretario, un tesorero y varios vocales. Un “ciudadano” va sirviendo a su pueblo desde que es adolescente, iniciándose como “topil” o mensajero y de ahí a lo largo de toda su vida, el pueblo lo irá probando de comité en comité, pasando por los cargos del municipio hasta llegar a ser mayordomo.   

El Jueves Santo el Comité del Templo prepara la representación de la Ultima Cena por la mañana y la Ceremonia del Lava Pies por las tarde, todo en la sacristía y en el templo del pueblo.

La primera es muy emotiva y el patio de la sacristía se llena de ayudantes y espectadores. El Comité del Templo prepara una comilona que es recibida por los apóstoles y sus parientes. A medio día se hace una comida en cada una de las casas de los participantes a la que asisten los parientes y los amigos.  

La Ceremonia del Lava Pies inicia a las 4 de la tarde. Para ello se reúnen en filas separadas la autoridad municipal, cada uno con su “vara de cargo” y enfrente el Comité del Templo, que son hombres que han servido con mayor tiempo al pueblo y tienen mayor reconocimiento social.

Después de saludarse con mucha parsimonia y respeto, unos y otros se sientan del lado derecho del templo. Acto seguido los “niños centuriones” pasan a tomar las “varas de cargo” o bastones de mando que son un símbolo de la autoridad y los ponen en el altar, lo que representa que esos dos días “no hay ley en el pueblo” y el municipio no abrirá sus puertas.

Los jóvenes que representan a los apóstoles pasan a sentarse al lado del altar y el sacerdote inicia la misa. La gente del pueblo abarrota el templo y el coro del templo acompañará la misma con gran intensidad. Para esta fiesta en el pueblo se hacen unas velas muy grandes y decoradas de manera muy hermosa.

En general en los pueblos, en parte por la educación cristiana y por la misma tradición, las personas viven intensa y profundamente las representaciones religiosas. Y esto es una tradición milenaria, pues los Viejos Abuelos tenían la costumbre de hacer sus representaciones muy histriónicamente, en la que la música, los rezos, la danza, las comidas, eran una forma de vivir los dramas cósmicos del mundo.     

El momento culminante en el templo es cuando el sacerdote inicia la ceremonia de lavarles los pies a los discípulos, como en su día los hizo Jesús de Nazaret. En esta ocasión el sacerdote dio un sermón muy interesante en el que relacionó muy afortunadamente, lo que implica el acto de humildad de que una autoridad le lave los pies a su gente. Habló de que las autoridades de todos los niveles deben estar al servicio del pueblo y no de manera inversa.

En medio de cantos sacros del coro y los feligreses, y envueltos en una atmósfera saturada de incienso, se lleva a cabo el ritual que recuerda a Jesús con sus discípulos. Estas tradiciones, fiestas, usos y costumbres, sirven al pueblo para unirlo en valores místicos y espirituales de carácter universal. Elementos Culturales que fortalecen actitudes y valores que repercuten en una más elevada calidad de vida.

Niños, jóvenes, adultos y ancianos participan integrablemente en la ceremonia. La Cultura Popular tiene estos valores y fortalece las relaciones y el tejido social. Permite que los niños aprendan desde pequeños a vivir y sentir la cultura y de esta manera queda perpetuada al futuro. Pero también la participación de los ancianos permite que la tradición y la costumbre no se desvirtúen. No es sólo la integración de las familias, sino de todos los miembros de la comunidad en valores espirituales.   

Al término de la misa el sacerdote sale en procesión con El Santísimo y recorre el atrio de derecha a izquierda. Es acompañado por los feligreses. La procesión la encabeza un tambor y una trompeta seguidos del coro del templo, pues en esta ocasión no se usa la chirimía en señal de duelo.

La procesión regresa al templo y ahora toman una bellísima representación de “La Preciosa Sangre”. Es una espléndida talla que representa a Jesús de Nazaret con un cáliz y un pan. Con ella inician el recorrido, ahora en sentido contrario y los precede la banda de música del pueblo, quien toca marchas fúnebres.

Este recorrido se hace de manera más lenta y algunos feligreses cargan unas grandes velas hechas en casa para esta importante ocasión. El jefe de los centuriones se monta en un caballo bellamente decorado e irá hasta atrás en la procesión, con un letrero que dice, “crucifiquemos al falso profeta Jesús de Nazaret rey de los judíos ¡crucifiquémoslo! ¡crucifiquémoslo!”

Jesús es conducido a la “cárcel”, que para el efecto, se ha condicionado en una de las capillas posas del atrio. Con petates se ha tapado las entradas y ahí será encerrado simbólicamente Jesús. 

Un grupo de hombres se inca a la puerta y empieza a entonar unos cantos-rezos con un hondo sentido de tristeza y dolor. En tiempos son interrumpidos por piezas fúnebres que toca la banda, creando un ambiente en la concurrencia de tristeza y dolor.  Las mujeres rezan y los niños centuriones cuidan el lugar.

Resulta muy interesante evaluar estas representaciones religiosas y comunitarias. En ellas se logra la integración total del pueblo, de autoridades, de familias, de miembros de diferentes edades. La música, la escenografía, el teatro, la pintura, la escultura y en algunos casos la danza, están totalmente integradas y equilibradas. El pueblo hace el mismo arte y lo usa para exaltar los valores humanos y espirituales más elevados de la cultura, en medio de la tradición y la costumbre. Esto es lo que hace a OAXACA…! RESERVA ESPRITUAL DE MÉXICO!

 

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